viernes, 5 de septiembre de 2008

Arthur Koestler

Arthur Koestler Novelista, ensayista y periodista británico


Nacido el 5 de septiembre de 1905 en Budapest (Hungría). Cursó estudios en la Universidad de Viena. En las décadas de los veinte y treinta fue corresponsal extranjero para diversos periódicos europeos. Afiliado al Partido Comunista en 1931, lo abandonó desilusionado en el año 1937. Participó en la II Guerra Mundial con el Ejército británico y más adelante se convirtió en ciudadano británico. En su primera novela, Los gladiadores (1939), narra la insólita aventura de una banda de gladiadores y esclavos que tuvo en jaque durante más de dos años a las poderosas legiones del Imperio Romano. Koestler recrea con gran fuerza dramática esta gesta libertaria. . Fue encarcelado dos veces, en España y Francia en la década de 1930, e incluso durante la Guerra Civil española (1936-1939) fue condenado a muerte en España. Su paso por la cárcel le inspiró sus Reflexiones sobre la horca (1957). Su obra más famosa es Oscuridad a mediodía (1941), una novela basada en las purgas de Moscú y los juicios políticos durante la década de 1930. Flecha en el azul (1952) y La escritura invisible (1954) son novelas autobiográficas. Además escribió El espíritu de la máquina (1968) y Las call girls (1973) una tragicomedia. Fue defensor de la eutanasia y enfermo de leucemia y Parkinson, en el año 1983 se quitó la vida.

AD MAIOREM GLORIAM...
Arthur KOESTLER
Desde el alba de la civilización, nunca hemos padecido penuria de reformadores iluminados. Profetas hebreos, filósofos griegos, sabios chinos, místicos indios, sabios cristianos, ilustrados franceses, utilitaristas ingleses, moralistas germánicos, pragmatistas norteamericanos, pacifistas hindúes, todos han denunciado las guerras y la violencia, y apelado a la naturaleza perfectible del ser humano, sin el más mínimo éxito. La razón de este fracaso debe buscarse en la errónea interpretación que hace el reformador de las causas que han forzado al ser humano a convertir su historia en un fiasco semejante, impidiéndole sacar provecho de las lecciones del pasado y poniendo hoy día en cuestión su misma supervivencia. La falacia de base consiste en descargar todas las culpas sobre el egoísmo, la codicia y la supuesta destructividad del ser humano; es decir, sobre la tendencia autoafirmadora del individuo. Nada se halla más lejos de la verdad, como lo atestiguan los datos históricos y psicológicos.

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